jueves, 20 de septiembre de 2007











Romancito es la imposibilidad de construir un romance porque los personajes están atrapados en el dolor. Es la deconstrucción de un vínculo en donde no se pueden conciliar los deseos con el accionar, entonces se vive a través de la enunciación de hechos tratando de construir un relato que los convenza, pero la pregunta que surge es cuál es la verdad. ¿Acaso se llega a la verdad a través de la ficción? ¿Lo imaginado es muchas más veces más verdadero que la realidad misma? Cuando hay tanto dolor, cuando un ser es todo dolor, ¿se puede recordar lo que concretamente sucedió? ¿Hasta que punto se evoca lo que efectivamente pasó y no lo que queremos sacar a la luz? ¿Y si un cuerpo no soporta traer al presente el hecho que lo quebró? ¿Puede una verdad consumir a una persona?
Cecilia Propato

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